viernes, 2 de noviembre de 2007

A 24 años del ciclo Radio Bangkok regresa "El sonido de Tailandia"

Mitad Argentina, mitad la republica de Bangkok, de esa mezcla radial entre realidad y la ficción Lalo Mir y compañía gestaron uno de los programas radiales humorísticos más innovadores de la historia de la radio.

*Por Federico Manzi y Pablo Vigliano

Corrían los tiempos de la primavera democrática en la Argentina, Daniel Grinbank dirigía la FM Rock & Pop y confió en Lalo para la conducción de un simple programa de discos. Era el furor de pasar música las 24hs del día, un concepto original en los tiempos de la primavera democrática Argentina. Pero la palabra que representaba “la voz de la calle” le ganaría la pulseada a la música, a la seriedad vacía de contenido, a un modo de hacer que estaba contra las cuerdas.
Un Renault 12 convertido de manera provisoria en hogar para un Lalo Mir separado, fue el ambiente móvil donde junto a Quique Prossen y Bobby Flores y luego Douglas Vinci, sus compañeros de ruta. Ellos le dieron forma a unas palabras que se asomaron por el eter radial el jueves 23 de Abril de 1987: “Aquí Radio Bangkok”.
En el programa “Radio Bangkok” trabaja un ya genial conductor y editor de radio, Lalo Mir, dos musicalizadotes que eran Boby Flores y Enrique (Quique) Prosen, y un creativo, un artista plástico, Douglas Vinci que se integra en tercer término. Tanto Boby como Quique pasaron al aire con Lalo luego de unas semanas con un solo conductor. El programa pasaba a tener tres voces y luego se sumaría Douglas.
Era un programa donde las voces dejaban de ser meticulosas y cuidadas como lo venían siendo hasta entonces. El ciclo se identificaba con la trasgresión. Era una época de cambios vertiginosos. Los cuatro eran jóvenes que venían de sufrir una etapa oscura y tenían algo que decir, a su modo, con un lenguaje urbano, como en la casa, adaptado a la radio, con un mensaje cifrado en el código juvenil de trato informal, en confianza, tratando los temas que tocaban os grupos de amigos.
Rock & Pop puso en evidencia la fuerte presencia de los jóvenes en la radio, con un humor surrealista destinado a un tipo de joven de clase media ilustrada, porque había un código cómplice que entender y era complejo. Después fue bajando el nivel social y el mensaje se hizo más abierto. El otro tipo de público se sentía identificado dentro de diferentes radios que apostaban a pocas palabras y a una música un tanto más comercial.
Bangkok era trasgresor en tanto producía un discurso propio volcado al humor y la ironía, explotando los recursos de la radio con efectos, jingles, producciones artísticas creativas con la tecnología del momento. El lenguaje era trasgresor para lo concebido como forma de hablar al aire. Se expresaban como la gente, hasta incluso si era necesario se escuchaban algunas “puteadas”.
La acidez de Lalo Mir se activaba frente al micrófono cada vez que su voz se detiene en observaciones irónicas y absurdas, de lo que pasaba en los noticieros.
La provocación que hizo de Bangkok el primer quiebre en el estilo de conducción por frecuencia modulada e inspiró a una nueva generación de conductores, cuyo referente más visible es hoy Mario Pergolini.
Lalo Mir, "Ese programa partía siempre del diario, pero visto desde Bangkok, y tomando esa realidad con el absurdo y la ridiculez más grandes." Así resume Mir un estilo que consistía en parodiar las noticias del día, vistas desde la capital de Tailandia.
Radio Bangkok lo hacíamos cuatro pibes que éramos de la calle. No estábamos bien organizados para sostener algo “serio”, pero con Lalo, Quique y Douglas teníamos años de radio encima y dentro de ese caos sabíamos perfectamente lo que hacíamos.
A favor no teníamos nada: ni plata, ni influencias, ni buena imagen, pero compartíamos el gusto con la gente. Nadie se bancaba más la radio que había en los 80s, era como un boxeador cuando lo ves que tuvo su momento de gloria y ya no gana hace 2 años, la estructura radial era esa y justo aparecimos nosotros.
En esa época en la AM habían pesos pesados como Héctor Larrea y Antonio Carrizo, pero cuando arrancamos en FM a la mañana no había nada, era como hoy tener un programa en Internet. No había un plan pensado sobre como lograr un gran éxito, todos teníamos un laburo más importante y nos divertíamos haciendo Radio Bangkok.
“Bangkok era genial que estuviera, no éramos genios. Escuchabas temas que la AM no permitía, pasábamos música como The Cult, The Doors y las cosas se decían como la hablábamos nosotros, con el “lenguaje” de la calle.
Nosotros habíamos sufrido una dictadura militar donde tenías que comportarte de determinada manera para que no te jodieran, porque si no directamente te mataban, eso generó gente como nosotros: una generación golpeada.
Los realizadores de Radio Bangkok ven a la distancia que era una época muy difícil para preproducir, Douglas Vinci recuerda que: “era otro mundo, otro acceso a la música, no había información, no conocíamos la cara de Eric Clapton, no sabíamos si Bob Marley era negro o blanco, hoy con Internet te parece increíble pero era así”.
No sé cómo se dio, pero hubo un momento en el qué explotó todo y nosotros ya estábamos adentro. Nunca supimos por donde empezó esa explosión pero sí vivimos los efectos, venía la gente de la tele a hacernos notas, las modelos a sacarse fotos, una verdadera locura.
Hay que tener en cuenta que fuimos la primer radio generada en democracia, en ese momento Rock & Pop era lo que la gente quería, alguien tenía que rehacer la radio. Éramos uno de los emergentes de una sociedad callada que catapultó a personajes como Jorge Lanata, Ricardo Piglia, Rodrigo Fresán, Los Redondos y muchos más que hoy son referentes.

El mito

El viernes 8 de septiembre de 1989 titulaba “Para Rock & Pop el sueño terminó. Hoy es el último día de la programación que la distinguió.” Desde hacía tres años la radio transmitía programas con contenidos, a partir de este momento volvería a pasar sólo música.
La bajada decía, en referencia al “segundo tiempo” de la radio “el estilo más exitoso de la FM argentina murió por decisión empresarial. El lunes, otra era comenzó. De las figuras aquellas sólo está al aire hoy Mario Pergolini.”
Daniel Grinbank justificaba el levantamiento de todos los programas porque “la programación era un descontrol”. Agregaba “perdí la manija de lo que pasaba. Dejé libre espacios que otros ocuparon y hubo anarquía”.
Fue el programa que hizo principal énfasis en la producción y edición, rescatando para la comedia al radioteatro emitido en forma de sketch, que eran series como la Brigada ENTEL.
La rebeldía en la radio, la elasticidad de los límites, fastidiaron a Grinbank que decidió terminar todo y volver a pasar sólo música. Años más tarde la FM Rock & Pop volvería a tener programas, pero ya muchos “más recatados”.
Pero por otro lado la gran auspiciante, hermandad con la radio, la empresa Pepsi Cola, quería para los 90 ganarse la aceptación de un público más adolescente, y para ese fin destinaría millones en publicidades y auspicios. Todos los integrantes de Bangkok, que iba de lunes a viernes de 10 a 13 hs fueron despedidos por Grinbank. Vinci había dicho: “Se dio lo que se tenía que dar, sólo que se aceleraron los tiempos, íbamos a terminar a fin de año. Respecto a la actitud del empresario, me pareció incoherente sacar del aire un programa tan escuchado como el nuestro”. Por su parte, Flores declaraba a la prensa: “Estoy contento porque se confió en nosotros y entregamos un programa que va a ser mítico”.
La radio siguió su camino y el programa “Radio Bangkok” efectivamente se transformó en un mito. Diecisiete años después sus propios protagonistas lo justifican en las entrevistas para este trabajo y cuentan qué le aportó a la radiofonía.
“Bangkok fue como Jimie Hendrix. Fue bueno, fue bueno Hendrix, pero grabó tres discos nomás, y se murió, pero el mito creció de tal manera, desmesuradamente, que hoy hay como 80 discos dando vuelta… con Bangkok pasó más o menos lo mismo”, Boby Flores.
Bangkok le dejó a la radiofonía una herencia en cuanto otras alternativas de hacer radio. “El formato Bangkok sigue vigente, obviamente”, confirma Lalo Mir “En cualquier radio vas a encontrar a tres chabones que hablan, como nosotros, eso es un sello de Bangkok, si bien ya en la AM escuchas a cuatro tipos en una mesa que hablaban, pero hablaban de una manera, ahora vos notás que hablan con un formato, con un formato radial, no se interrumpen, tienen toda una formación profesional. Nosotros no teníamos una formación profesional”.
Flores lo confirma “Hoy la radio es como Bangkok, los noticieros son como Bangkok, la vida misma es como Bangkok, entonces hoy sería algo más de lo mismo, en general hay cinco desaforados peleándose por hablar”
Los 90 son la década de la revolución digital. El cd reemplaza al disco. Es la era de la segmentación. Si desde 1985 había empezado a perfilarse, ahora es estrategia madre para definir una identidad de radio. Matriz en la que debe insertarse la selección musical, los temas a tratar, los modos de abordarlos.
Los nuevos programas mantenían el estilo de tres o más conductores, mesas redondas, todos intentando hablar a la vez, cargando los comentarios con ironía, preparando algún que otro sketch o pequeño radioteatro, haciendo aparecer personajes recurrentes y disparatados, hablando como en la calle, como con un hermano o amigo de confianza. “Bangkok” lo que hizo fue romper el molde, quebrar la estructura, descontracturar un modo de trabajar frente al micrófono, romper el hielo. A nivel general los años 80 fueron eso, para que en los 90 pudiera haber un alto grado de libertad y soltura.
La radio tiende a repetirse, a proponer voces y contenidos unívocos, discursos similares, tal vez por la lógica de rédito del negocio, lo cierto es que hubo todo un grupo de radios que tendía a parecerse a Bangkok, por eso hoy no sería novedoso si vuelve refinado y amoldado a los tiempos, porque ya se hizo, se hace y se explotó toda esa forma de hacer radio como en la Rock & Pop de los 80, como Bangkok concretamente.


La FM en los 80´s

La Amplitud Modulada en nuestro país era históricamente la banda por excelencia de los radioescuchas de todas las edades. Pero desde finales de los años 70, la vedette radial comenzaba a tener una inesperada compañera que ingresaba en silencio y por la puerta chica: la Frecuencia Modulada.
El gran pasaje de audiencia desde la AM hacia la FM se produjo en la segunda parte de los 80. Arrastró contenidos, formatos y estéticas a la nueva frecuencia y viceversa. Fueron modificaciones que se hacían audibles, porque aparecía un elemento desvalorizado en la FM: la palabra.
Efectivamente el público se acrecentaba porque había un código, una complicidad un guiño, un juego y Bangkok acertó como propuesta original en los jóvenes por su discurso innovador desestructurado, desacartonado.
“Rock & Pop” fue una radio que surgió en ese contexto, en agosto de 1984. Hasta ese momento no había una radio exclusivamente de rock.
La FM tiene mucho éxito comercial con la música y empieza a ordenarla, instrumentarla con los rankings, los más votados, un sistema norteamericano que buscaba “democratizar” la lista musical que emitían las radios. A su vez se va parcializando en cuanto a público destinatario, con un discurso y una estética acorde.
En el período donde la propuesta fuerte de las FM pasaba por la música, Rock and Pop apuesta al contenido para poder competir comercialmente en el dial, ante la falta de solvencia técnica contra la de monstruos como FM Rivadavia, Aspen, Horizonte, FM 100, que eran líderes y emitían con mejor infraestructura.
La emisora en su grilla se condecía con la actitud rockera de ser rebelde al aire, al eludir los modos clásicos como se estaba acostumbrado a trabajar, a ser desacantonados, decirlo todo, ser directos, hablar de música y no difundirla meramente. Los integrantes de “Radio Bangkok” eran los rockeros de la radio. Ellos iban a contramano de un modo de hacer radio, clásico y tradicional, destruían un estilo para dar paso a otro.